Cámaras Trampa Parte 2

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Cámaras Trampa en el Santuario Parte 2

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¿Alguna vez has dado un paseo por un bosque o una selva y has percibido toda esa tranquilidad que te rodea? Si prestas atención, seguramente escucharás la gran diversidad de sonidos que hay a tu alrededor. Desde una simple gota de agua cayendo de la copa de los árboles, grillos agitando rápidamente sus alas, ranas “cantando” y hasta mamíferos pisando sigilosamente las hojas al caminar.   

A pesar de no percibirlos, en el planeta estamos rodeados de billones de organismos. Desde pequeñas bacterias hasta grandes mamíferos, al ser humano tan solo corresponde el 0.01% de esa biomasa. No obstante, las actividades antropogénicas dejan una huella ecológica mucho mayor que el resto de los organismos juntos. Esto  provoca que gran parte de ellos se encuentren en peligro de extinción o con algún grado de amenaza.

De esta manera, al conocer la situación que se vive en la actualidad, estamos motivados a ayudar en la preservación de la naturaleza y sabemos que el primer paso para lograrlo es conocerla. Para ello, realizamos un monitoreo piloto de mamíferos; un grupo de animales que no son tan sencillos de observar, pero que encontrarlos con las cámaras trampa proporciona mucha información sobre el estado de conservación del ecosistema.

Por tanto, empleamos 14 cámaras trampa, colocadas estratégicamente dentro del Santuario y en los alrededores del cenote Río Sagrado durante un mes. Estas se distribuyeron en senderos o sitios propicios para el avistamiento de mamíferos medianos y grandes.

 Al finalizar, encontramos más de 11 especies de mamíferos, así como algunas especies de aves y reptiles. Cabe destacar que varias de ellas se encuentran dentro de alguna categoría de riesgo en la lista de especies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 (En adelante se hará referencia como NOM-059) que protege a la flora y la fauna del país.

Ejemplares encontrados en el monitoreo del Santuario

Por ejemplo, encontramos a la Tayra o viejo de monte (Eira barbara); una especie de las que quizá nunca habías escuchado hablar, ya que son muy difíciles de ver. Se caracterizan por tener un cuerpo largo y negro y una cabeza pequeña y blanca o grisácea; coloración que varía a lo largo de toda su área de distribución. Pertenece a la familia de los hurones y las nutrias y se encuentra en peligro de extinción (NOM-059).

Viejo de monte (Eira barbara): se distribuyen desde el sur de México hasta el Norte de Argentina. Son omnívoros y excelentes cazadores (IUCN, 2016).

¡Registramos también cuatro de las cinco especies de felinos de la zona! El jaguar (Panthera onca), el puma (Puma concolor), el ocelote (Leopardus pardalis) y el tigrillo (Leopardus wiedii). Su importancia radica en que estas especies son consideradas como sombrilla; es decir, requieren de grandes extensiones territoriales y diversidad de recursos para sobrevivir, en consecuencia, al conservarlas se protege al resto de la flora y fauna del ecosistema.

Tigrillo (Leopardus wiedii): Se distribuye desde zonas tropicales del sur de México hasta algunas zonas del norte de Argentina (IUCN, 2014). Se puede confundir con el ocelote, pero generalmente son más pequeños y su cola es más larga en proporción al tamaño corporal.
Puma (Puma concolor): es el segundo felino más grande de América. Sus poblaciones van en descenso debido a la fragmentación de su hábitat. (IUCN, 2015).
Jaguar (Panthera onca): especie emblemática de México. Es el felino más grande de toda América. Se encuentra en peligro de extinción debido al tráfico ilegal y la fragmentación de su hábitat (IUCN, 2016). Fotografía de: Gabriel Castillo y Rocío Peralta del Comité de Protección al Jaguar.

Además, observamos organismos con los que tal vez estés más familiarizado, como los venados, roedores, ardillas, tepezcuincles (Cuniculus paca), sereques (Dasyprocta punctata), tlacuaches (Didelphis marsupialis), coatíes (Nasua narica), mapaches (Procyon lotus) y zorrita gris (Urocyon cineroargenteus) que también forman parte importante del ecosistema.

Sereque (Dasyprocta punctata): se encuentra desde el sureste de México hasta algunas zonas de Colombia, Ecuador y Venezuela. Esta especie es excelente dispersor de semillas; entierran las semillas en diferentes lugares para consumirlas después, pero al no recuperar todas, estas quedan dentro de la tierra (IUCN, 2016).
Coatí (Nasua narica): principalmente se distribuye en bosques tropicales de Arizona hasta algunas zonas de México, Centroamérica y Sudamérica. Las hembras generalmente viven en manadas, pero los machos son solitarios (IUCN, 2016).
Zorrita gris (Urocyon cineroargenteus): se distribuye desde el sur de Canadá hasta Venezuela. Principalmente es carnívoro, pero llega a alimentarse de semillas y frutas. Son monógamos y viven en promedio 8 años (IUCN, 2016).
Tlacuache común (Didelphis marsupialis): se encuentra en gran diversidad de ecosistemas desde el sureste de México hasta el noroeste de Brasil. Son omnívoros y excelentes dispersores de semillas (IUCN, 2016).

Por último, encontramos también aves y reptiles, que desempeñan un papel importante en su hábitat. Algunas de ellas son: chachalacas orientales (Ortalis vetula), iguanas negras (Ctenosaura similis), hocofaisanes (Crax rubra) y pavos ocelados (Meleagris ocellata). Cabe resaltar que estas tres últimas especies se encuentran listadas como amenazadas en la NOM-059 y además el pavo ocelado es endémico de la región.

Chachalaca oriental (Ortalis vetula): se distribuyen desde Texas hasta Costa Rica. Son aves muy ruidosas principalmente durante el apareamiento como forma de comunicación entre machos y hembras (IUCN, 2021).
Iguana rayada (Ctenosaura similis): Se encuentra registrada como amenazada en la NOM-059, lo que puede deberse a la fragmentación de su hábitat y consumo (IUCN, 2015).

Conclusiones

Los hallazgos son sorprendentes, pues encontramos una amplia diversidad de fauna. No obstante, al ser un estudio piloto no podemos aventurarnos a generar conclusiones adelantadas, puesto que nos falta confirmar la distribución de varios mamíferos de la zona dentro del Santuario.

Hocofaisán (Crax rubra): se encuentra como amenazado en la NOM-059 y listado como vulnerable en UICN. Presentan dimorfismo; el macho es negro con pico amarillo y la hembra con tonos cafés, rojizos o negros, con una cresta más notoria que la del macho (IUCN, 2020).
Pavo ocelado (Meleagris ocellata): es una especie endémica de la región. Está enlistada como amenazada en la NOM-059 y como casi amenazada en la UICN provocado por la cacería y fragmentación de su hábitat (IUCN, 2020).

Por ello, continuaremos con el estudio de estas especies para poder conocer y entender el papel que desempeñan en la región, así como sus patrones de actividad y de comportamiento. De este modo, podremos determinar el impacto de las perturbaciones humanas que se desarrollan en la región y así contribuir con propuestas para reducir los efectos sobre sus poblaciones y ayudar en su conservación.